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LA REVISTA DEL PERONISMO LIBERAL Colección Noviembre 2009- Febrero 2011

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3 abr 2010

PANORAMA POLÍTICO SEMANAL

La apuesta de Kirchner
por Jorge Raventos

Quizás impulsado por la oportunidad introspectiva que ofrece la Pascua, el mundo político bajó un poco el volumen en los últimos días. En ese casi silencio, se destacaron algunas voces del gobierno reiterando los mantras oficiales: “la inflación no existe, es un invento de los medios”; “el aumento de precios, si se comprueba, es obra de algunos empresarios pícaros”. Puede que la repetición terca y monótona encierre alguna virtud, pero lo que seguramente no consigue es transformar la realidad. En cualquier caso, parece claro que el gobierno está decidido a no admitir que la inflación es un hecho y que quienes más la padecen son los sectores socialmente más vulnerables: desempleados, trabajadores informales, jubilados, asalariados.

El gobierno insiste en su versión contra toda evidencia pues supone que, si confiesa la cruel verdad, el fenómeno se desbordará "porque la inflación tiene que ver con las expectativas” (argumento del ministro de Economía, Amado Boudou).

La sociedad verifica la inflación cotidianamente, cada vez que compra el diario, paga el café, recibe la cuenta de la luz o compra los útiles de la escuela de los chicos. El oficialismo parece resignado a pagar el alto costo de falsear la verdad ostensiblemente, quizás porque comprende que cambiar el relato de los hechos a esta altura no le hará ya recuperar la credibilidad ante todos los que le han perdido la confianza y, seguramente, desconcertaría a los seguidores persuadidos.

Esa misma lógica impera en todas las decisiones fundamentales del oficialismo: relegar a un distante segundo plano el interés por ganar a la opinión pública o a sectores independientes y concentrar, en cambio, la acción política en lo que se considera la propia tropa, dedicando a ella recursos y discursos. Aunque algunas encuestas indican que, merced a los tartamudeos del arco opositor, el matrimonio presidencial recuperó algo del terreno perdido, los tres o cuatro puntos de los que se habla están siempre cerca del subsuelo: un poquito más abajo o algo más arriba del 20 por ciento de imagen positiva.Con esos datos, la estrategia de Kirchner consiste básicamente en tansformar la necesidad en virtud y procurar sacar el mayor rédito posible de ese capitalito. Al fin de cuentas: él y su mujer están donde están a partir del 22 por ciento que obtuvo en las presidenciales de 2003.

Si siete años atrás se pudo llegar a la Casa Rosada con ese magro caudal no todo está perdido, opinan en Olivos; quizás se pueda manejar una opción distinta a la de un final prematuro de la experiencia. Ahora, además de la imagen que registran (y los votos que prometen) las encuestas, los Kirchner cuentan en sus manos con ciertas palancas que no tenían entonces: manejan los recursos del Estado, tienen el control de los sellos del PJ y se acreditan la adhesión de un número (encogido, es cierto) de jefes territoriales y legisladores que les declaran lealtad y todavía (al menos en público) se cuadran ante su autoridad. Se trata, pues, de facilitar un escenario parecido al de 2003, con el grado de dispersión de ofertas electorales necesario para que quien cuente con una quinta parte de los sufragios pueda llegar a la segunda vuelta.

Por supuesto, cuando se ubica en esa hipótesis, Kirchner llega a alucinar el premio mayor: doble triunfo en las urnas y segundo período presidencial. Pero cuando baja de las ensoñaciones más ambiciosas y condesciende a fantasías más realistas, admite que sería un gran triunfo simplemente llegar al ballotage y quedar segundo, si esa derrota la sufre ante un rival que no sea peronista. En ese escenario, habría en su relato un presidente “antiperonista” y él se presentaría como el portaestandarte de un PJ adornado con barniz progre, en una especie de camporismo tardío (sin la presencia rectificadora del General Perón). Desde esa posición sin duda estaría en condiciones de negociar muchas cosas y de inhibir las investigaciones que hoy le prometen los opositores al –según el senador Gerardo Morales- “gobierno más corrupto de la historia argentina”.

A juzgar por algunos signos que hoy emergen de la política, Kirchner podría toparse con una realización de sus ilusiones. Los medios registran ya una docena de precandidaturas presidenciales declaradas o sugeridas (o en estado de maceración a la espera del momento más adecuado para lanzarlas). Suenan Eduardo Duhalde, Carlos Reutemann, Francisco De Narváez, Mauricio Macri, Felipe Solá, Mario Das Neves, Carlos Menem, Julio Cobos, Ricardo Alfonsín, Ernesto Sanz, Hermes Binner, Elisa Carrió, Fernando Solanas y hasta el ex jefe de gabinete de Kirchner, Alberto Fernández.

Por cierto, el paisaje de las candidaturas irá limpiándose con el paso de los meses y se depurará si se cumple con la ley electoral que incluye el requisito de las primarias abiertas y simultáneas. En cualquier caso, tal como están las cosas, por encima de los nombres hoy se observan media docena de espacios: el radicalismo (o “panradicalismo”, si en ese espacio termina participando Elisa Carrió, lo que por ahora luce improbable); un frente socialista (con el Partido Socialista y el Proyecto Sur como posibles socios); una fuerza liberal de centro izquierda orientada por Carrió, si ella decide avanzar en soledad; una de centroderecha, encabezada por Mauricio Macri; un espacio peronista antikirchnerista y, por cierto, el oficialismo.

Esos espacios tienen a su vez distintas lecturas de lo que sería “la contradicción fundamental” o, si se quiere, el factor decisivo que determina las separaciones y las opciones de alianza. Radicales, seguidores de Carrió y socialistas de Binner enfrentan al gobierno desde una interpretación en la que los Kirchner son “una expresión más del peronismo que gobernó 18 de los 25 años de democracia”. Esa mirada oculta apenas su recelo frente a muchos de los exponentes del peronismo disidente y explica su resistencia a pelear en conjunto por la presidencia de las Cámaras en el Congreso.

El peronismo antikirchnerista muestra sus matices. El ala bonaerense, con Duhalde a la cabeza, pone el acento en la oposición al gobierno y complementa ese posicionamiento con la propuesta de un acuerdo de gobernabilidad con las restantes fuerzas políticas, en primer lugar con el radicalismo. Duhalde trabaja en ese sentido en colaboración con el radical Rodolfo Terragno y en buena sintonía con Julio Cobos y Ricardo Alfonsín. El peronismo federal, que aguarda con paciencia el lanzamiento de la candidatura de Carlos Reutemann, siempre esconde alguna reserva frente al poder de la provincia de Buenos Aires y, en función de la diversidad de los paisajes provinciales, orienta sus afectos societarios en otras direcciones, no principalmente hacia la UCR.

En cualquier caso, el peronismo antikirchnerista tendrá que definir su juego en caso de que –contra las suspicacias de muchos- se cumpla con la ley y haya internas abiertas en agosto del año próximo. ¿Concurrirán sus principales exponentes en el seno del PJ que está controlado por Kirchner? ¿Se presentarán por separado, ofreciendo al oficialismo la posibilidad de aprovechar esa eventual dispersión para anular la presencia de sus rivales más indeseados en la elección general? Por el contrario, si no se presentan, ¿le entregarán a Kirchner el uso de la sigla del justicialismo, que equivale por sí sola, según los especialistas, a cinco puntos en la elección?

La ilusión oficialista de trabajar sobre los conflictos del arco opositor y hasta de sus fragmentos, cuenta a primera vista con viabilidad. Además de aquellos cruces, el gobierno puede apoyarse en las confusiones, prejuicios y debilidades que a menudo exhiben a exponentes de ese arco opositor compartiendo el mismo anacrónico consenso ideológico que el oficialismo administra como bastonero de lo políticamente correcto.

La ambiciosa hipótesis que Kirchner pretende demostrar es que con 20 por ciento de imagen positiva, negando realidades como la inflación, divorciado de la opinión pública, alentando el conflicto de poderes y aislado de las tendencias centrales del mundo se puede conservar el poder. Toda una apuesta.

CONTENIDO

PANORAMA POLÍTICO SEMANAL
por Jorge Raventos
(click en la etiqueta para panoramas anteriores)

ANESTESIA SIN CIRUGÍA
por Diana Ferraro

PRODUCCIÓN Y CONSUMO: UN DILEMA ARGENTINO
por Víctor E. Lapegna

2011: ¿Y AHORA QUÉ?
por Diana Ferraro

UNA LECTURA DE LA BATALLA DE VILLA SOLDATI
por Victor E.Lapegna

LA MALA VIDA
por Claudio Chaves

LA RESTAURACIÓN LIBERAL
por Diana Ferraro

A GRANDES MENTIRAS, GRANDES VERDADES
por Diana Ferraro

LA MUERTE DE KIRCHNER PRIVA AL GOBIERNO DE SU VIGA MAESTRA
por Jorge Raventos

LA UNIFICACIÓN DEL PERONISMO
por Diana Ferraro

RETENCIONES: NO A LA SEGMENTACIÓN
por Gabriel Vénica

EL TIEMPO DE LOS POROTOS
por Diana Ferraro

KIRCHNER: CAPITALISMO DE AMIGOS Y PARTIDO DEL ESTADO
por Pascual Albanese

EL PERONISMO LIBERAL Y MAURICIO MACRI
por Diana Ferraro


ARGENTINA EN LA ECONOMIA GLOBAL - I y II
por Domingo Cavallo


EL PERONISMO LIBERAL Y EL DERECHO DE FAMILIA
por Diana Ferraro

EL DESFILADERO
por Diana Ferraro

HUMOR
por Enrique Breccia


ANOTACIONES SOBRE LOS CAMBIOS EN EL AGRO ARGENTINO (DE ANCHORENA A GROBOCOPATEL)
por Daniel V. González

EL DISCURSO SIN CANDIDATO
por Diana Ferraro

LA SECRETARÍA DE CULTURA Y EL RETROPROGRESISMO
por Claudio Chaves

DESCENTRALIZACIÓN: LA LLAVE DE LA NUEVA ECONOMÍA
por Diana Ferraro

LA V DE LA VENGANZA
por Claudio Chaves

ALGUNOS PROBLEMAS DEL POPULISMO
por Daniel V. González

PERONISMO PORTEÑO: PROPUESTA
por Victor Eduardo Lapegna

LA REVOLUCIÓN SIN NOMBRE
por Diana Ferraro

FEDERALISMO O POPULISMO
por Claudio Chaves

ELOGIO DE LA VERDAD
por Diana Ferraro

CONDUCCIÓN, CONDUCCIÓN
por Diana Ferraro

EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO
por Claudio Chaves


LOS BOQUETEROS Y EL PERONISMO FEDERAL
por Diana Ferraro

QUÉ QUEDÓ DE LA VIEJA IZQUIERDA
por Claudio Chaves


EL CAPITAL POLÍTICO
por Diana Ferraro

LOS MOTORES DEL CAMBIO
CIPPEC

DINERO Y CRÉDITO
por Domingo Cavallo

RETENCIONES CERO
por Gabriel Vénica

LOS MOTORES DEL CAMBIO
Los Productores Autoconvocados

LA AGONÍA ARGENTINA
por Diana Ferraro

10 RAZONES FEDERALES PARA DECIRLE NO AL AUMENTO DE LOS IMPUESTOS
por Gabriel Vénica


EL CAPITAL DEL PUEBLO
por Diana Ferraro

EL PODER EJECUTIVO DESAFÍA LA LEGALIDAD
por el Senador Carlos Saul Menem

LA HOJA DE RUTA DEL PERONISMO LIBERAL
por Diana Ferraro

EL PERONISMO Y UN NUEVO BLOQUE HISTÓRICO
por Jorge Raventos


DOCUMENTO CONFEDERACIÓN DE AGRUPACIONES PERONISTAS PORTEÑAS

LA FUSIÓN PERONISTA-LIBERAL
por Diana Ferraro

EL LIBERALISMO Y LA CONSTRUCCIÓN DE PODER
por Jorge Raventos


CONSENSO PARA EL PROGRESO
por Domingo Cavallo

UNA REORGANIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS
por Víctor Eduardo Lapegna

LA PRUEBA HISTÓRICA DE UN FRAUDE INTELECTUAL
por Domingo Cavallo


A LA BÚSQUEDA DE UN NUEVO MODELO PRODUCTIVO Y DEL BIENESTAR
por Armando Caro Figueroa


LA POBREZA EN LA ARGENTINA Y COMO COMBATIRLA
por Víctor E. Lapegna


ES MEJOR SUBSIDIAR LA NUTRICIÓN
por Juan J. Llach y Sergio Britos

PRESENTACIÓN DE PERONISMO LIBRE
por Diana Ferraro


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Propuesta y Coordinación de Peronismo Libre:
Diana Ferraro
diana.ferraro@gmail.com

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Enviarlas a:
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